Guía del Yoga Integral de Sri Aurobindo
"Una fuerza
divina fluirá a través de los tejidos y células, y asumirá nuestro aliento,
nuestra palabra y nuestra acción"
Este libro está compuesto de extractos de cartas de Sri Aurobindo a sus discípulos. Los diversos textos han sido reunidos y clasificados con el ánimo de ayudar a todos aquellos que aspiran a comprender y a practicar el Yoga.
Prefacio
Sri Aurobindo es uno de los más grandes maestros espirituales de la historia de la humanidad.
La novedad en su Yoga Integral reside en que no es un yoga de ascetismo que niega la vida, sino de vida divina. Su ideal no es solamente una realización supra cósmica, sino la consecución de algo real para la consciencia terrestre. Él declaró:
"Mi tarea está
vinculada a la Tierra. su objetivo final no está en otros mundos; voy en pos de
una realización en la Tierra y no de un vuelo a cumbres lejanas."
El Yoga de Sri Aurobindo incluye lo material y lo espiritual, y aspira a la instauración de la Consciencia y el Poder divinos en la vida terrestre.
"La evolución de
la consciencia en la Materia es una constante autoformación que se va
desarrollando hasta que la forma pueda revelar el Espíritu escondido en su
seno"
Sri Aurobindo nació en Calcuta el 15 de Agosto de 1872. A los siete años fue enviado a Inglaterra, donde pasó los siguientes años de su vida. En 1905, abandonó Baroda y empezó a participar abiertamente en política. Fue unos de los grandes líderes del movimiento nacionalista de Bengala.
Detenido a causa de su actividad política, en 1908 fue encarcelado durante un año en la prisión de Alipore.
En un medio tan poco favorable, se sumergía casi de continuo en la meditación. Su vida interior y sus realizaciones espirituales pronto le llevaron a fijarse un objetivo más amplio y universal que la liberación de su país: el porvenir de la humanidad, la nueva era del espíritu y la aparición de una nueva especie humana.
El 4 de Abril de 1910 llegó a Pondicherry, Francia. Después de 4 años de Yoga en silencio fundó en 1914 un revista filosófica mensual, Arya, en la que expresaba (...) el destino divino del hombre y del camino a seguir para alcanzarlo, de la marcha de la sociedad humana hacia la unidad y la armonía, de la naturaleza y de la evolución de la poesía, del sentido profundo de los Vedas, de los Upanishads y de la Gita y del espíritu y de la significación de la cultura india.
De su obra poética merece especial la epopeya Sayitri. 5 de diciembre de 1950, Sri Aurobindo abandonó su cuerpo físico.
Yoga y Enseñanza
Reuniendo los elementos esenciales de la experiencia espiritual que se obtiene en el camino de la comunicación divina, Sri Aurobindo prosiguió la búsqueda de una experiencia más completa que uniese y armonizase los dos polos de la existencia, el Espíritu y la Materia.
La mayoría de los métodos de yoga conducen al Más Allá, al Espíritu y finalmente fuera de la vida. En cambio él propone que se eleve hacia el Espíritu para descender de nuevo enriquecido y volver a traer a la vida, la luz, el poder y la beatitud del Espíritu, que la transformaran.
Según Sri Aurobindo, la existencia actual del hombre en el mundo material es una vida de ignorancia fundada en el Inconsciente. El mundo creado no es un error, sino, al contrario, el escenario de una evolución espiritual en la que a partir de la inconsciencia material, debe manifestarse progresivamente, la Consciencia divina en todas las cosas. La mente es la etapa más elevada alcanzada hasta ahora en la evolución; pero no es la más elevada que puede alcanzarse.
Por encima de ésta se encuentra la Supermente o Consciencia de Verdad. La mente es una ignorancia que busca la Verdad; La Supramente es un Conocimiento que existe en sí mismo y que manifiesta armoniosamente el juego de sus formas y de sus fuerzas.
Estudio sobre Yoga de Sri Aurobindo
Se habla mucho de la conquista de la naturaleza. La ciencia moderna tiene un modo especial de conquista. Ha adquirido un notable dominio sobre ciertos sectores; pero por grande y sorprendente que pueda parecer en su propio terreno, no toca al ser humano en su realidad más profunda y no cambia en absoluto su destino ni su ser, porque la parte más vital de la naturaleza es la región de las fuerzas de la vida, de los poderes que determinan la enfermedad, la vejez y la muerte, el ámbito de la lucha, de la codicia, de la avidez, de todas las fuerzas sombrías y primitivas, las fuerzas de la ignorancia que representan la parte verdadera y fundamental de la naturaleza y del mundo en los que el hombre se debate.
"Nuestro Yoga no es para la humanidad, sino para el Divino." Su misión es la de descubrir y expresar el Divino en la humanidad. El servicio que quiere rendir a la humanidad es el de hacer que el Divino se manifieste y se encarne en la humanidad misma.
Su objetivo no es lograr únicamente su mejora, sino un cambio radical, una transformación completa: Divinizar la vida humana. Esto no significa necesariamente que la humanidad entera tenga que convertirse en una especie de dioses o de seres divinos; quiere decir que, de igual manera que el hombre ha evolucionado del animal a un tipo superior de animalidad, sin que por esto el reino animal entero se transformara en humanidad, a través de la evolución, aparecerá en la tierra un tipo superior.
Respecto a la posibilidad de una tal consumación (...) no debemos perder de vista el hecho de que la fuerza que ejecutará este cambio, y que ya está en acción, no es un poder humano individual, sino del Divino mismo (Shakti).
La aparición de una especia supra humana o divina puede tornarse una cosa de actualidad práctica, precisamente porque no es el instrumento humano que la promueve, sino el Divino mismo, con su Poder, su Sabiduría y su Amor supremo.
Todos los demás yogas o disciplinas espirituales del pasado apuntaban a una ascensión de la consciencia, a su sublimación en la consciencia del Espíritu, a su inmersión y fusión final con Él.
La realización en la Tierra de una vida espiritual o divina es sobre todo un acto de belleza, una obra de arte; porque desde el punto de vista de las realidades esenciales e interiores es evidente que la espiritualidad, si no es el arte más elevado, es por lo menos el fundamento de todo arte. Si arte significa expresar el alma de las cosas, porque el alma verdadera de las cosas es el elemento divino contenido en ellas, hay que conceder a la espiritualidad, a la disciplina, al contacto con el Espíritu, con el Divino, el lugar de honor en la jerarquía de las artes; porque es el arte de la vida.
El yoga de Sri Aurobindo prosigue en la línea directa del yoga de la naturaleza. Yoga significa esencialmente un cambio o transformación, una elevación y una ampliación de la consciencia que se efectúa por medio de la comunión, la unión o identificación con una consciencia más alta y más vasta.
La primera fase de la evolución es la materia inconsciente, la fase de los elementos físicos sin vida. La segunda fase es la vida semiconsciente en la planta, la tercera la vida consciente en el animal y finalmente, es la fase de la vida autoconsciente, encarnada en el hombre.
El proceso evolutivo no ha llegado a su punto culminante con el hombre. Según Sri Aurobindo, la próxima fase hacia la cual la naturaleza avanza, y por cuya aparición y establecimiento trabaja, en la vida, actualmente supra consciente para nosotros, encarnada en un tipo todavía superior, el de superhombre o hombre dios.
La mente, tal como se ha desarrollado en el hombre, es el instrumento más elevado construido y organizado por la naturaleza y el medio a través del cual el ser autoconsciente puede expresarse. La consciencia que está por encima de la mente no es todavía un elemento visible y dinámico en la vida terrestre. El plano situado inmediatamente encima de la mente, el plano sobre mental, según lo denomina Sri Aurobindo, (...) disuelve o sobrepasa la consciencia del ego que limita el ser a su formación individualizada, encerrada en la estrecha estructura o envoltura exterior de la mente, la vida y el cuerpo. Revela el Yo y el Espíritu universales, la divinidad cósmica.
El cuerpo material cuando aparece, lleva consigo inevitablemente en apariencia la mortalidad. El secreto de la evolución es un impulso hacia la liberación y la expansión de la consciencia más allá de la inconsciencia aparente.
En el hombre adquiere la posibilidad de ser consciente y por consiguiente más rápido y concentrado. Esta es en realidad la función misma del yoga: consumar la evolución de la consciencia acelerando el proceso de la naturaleza con la voluntad autoconsciente del hombre.
Un órgano del ser humano ha sido desarrollado especialmente para que pueda ser el instrumento efectivo de este proceso yóguico acelerado. Se trata del alma del hombre, de su ser psíquico. En su origen esta alma es una chispa de la consciencia divina que descendió hasta la materia y que desde entonces ha tratado de liberarse a través del proceso ascendente de la evolución; en el hombre ha crecido lo suficiente como para poder subir a la superficie y dirigir y modelar su propia consciencia exterior.
El primer paso decisivo del yoga consiste en adquirir consciencia del ser psíquico, (...) que este se sitúe frente y tome posesión del ser exterior, comenzando a influir en los movimientos de la mente, de la vida y del cuerpo y a liberarlos progresivamente de la ronda ordinaria de la naturaleza ignorante.
Cuando el ser psíquico está en plena posesión de sí mismo y de su propio poder, puede convertirse en el vehículo directo de la consciencia supra mental que podrá entonces actuar de manera libre y absoluta en la transformación completa de la consciencia exterior.
He aquí, pues, el secreto; la transformación, y no el abandono o la anulación de la naturaleza humana ordinaria.
El alma o ser verdadero en el hombre, elevada a consciencia supra mental, es el objetivo que la naturaleza trata de realizar actualmente a través del impulso evolutivo.
Se advierte que, al igual que la mente no es el último grado de la escala ascendente de la evolución, tampoco se detendrá el progreso de evolución con la manifestación y la encarnación de la Supramente.
La creación no ha comenzado en el tiempo (anadi) y nunca tendrá fin (ananta). Es un eterno proceso de desarrollo progresivo de los misterios del infinito.
La fase primitiva de la materia muerta, de la acción exclusiva de las fuerzas químicas, fue una fase muy larga; fue preciso que transcurrieran millones y millones de años para llegar al punto en el que la manifestación de la vida fuera posible. El periodo de la vida elemental que le siguió y que se manifestó en el mundo de las plantas, aunque haya durado millones de años, fue mucho más corto que el precedente, y terminó con la aparición de la primera forma animal. La época de la vida animal hasta la aparición del hombre fue mucho más breve todavía que la anterior. Y al hombre, que hace más de dos millones de años que está sobre la Tierra, le ha llegado ya el tiempo de dejarse transformar en un ser de orden superior.
Comentarios
Publicar un comentario